¿Qué mejor manera de conocer un territorio
que pasar la noche después de un intenso día de
ruta? Dormir en un refugio de montaña nos
permite acabar el día entre las cumbres, escuchar el
silencio del entorno, contemplar cielos de millones
de estrellas, aprovechar la ubicación privilegiada para
llegar antes que nadie a la cumbre y, sobre todo, tener
un techo donde descansar y recuperarnos.
Nacida en Osona y residente en el Empordà desde hace unos años, es licenciada en Geografía y máster en Periodismo de Viajes. Procedente de una
familia con tradición montañesa,
su pasión por la naturaleza y los viajes, junto con la inquietud...
¿Qué mejor manera de conocer un territorio que pasar la noche después de un intenso día de ruta? Dormir en un refugio de montaña nos permite terminar el día entre las cimas, escuchar el silencio del entorno, contemplar cielos de millones de estrellas, aprovechar la ubicación privilegiada para llegar antes que nadie a la cima y, sobre todo, tener un techo donde descansar y recuperarnos.
El libro que tenéis entre manos es una recopilación de una buena parte de los refugios de montaña que hay en Cataluña: desde los más concurridos hasta los más inaccesibles, desde los que ofrecen más comodidades hasta los más austeros, desde aquellos que encontramos en medio de una travesía hasta los que nos permiten hacer cumbre o nos dan refugio en una situación de emergencia. Cada uno es único.
Pero, más allá de una simple guía, el libro incluye un montón de ideas en las que los refugios son el punto central para planificar una buena ruta, una manera de acercarnos con respeto y humildad a aquellos entornos naturales más espectaculares del territorio catalán donde cada uno encontrará la opción más adecuada para sus necesidades y para cada momento.
Y es que tanto los refugios guardados, con las personas que se encargan y las que trabajan en ellos, como los refugios no guardados, cuidados por entidades excursionistas o personas voluntarias que velan por su conservación, tienen algo en común: nos ofrecen un tesoro desde el
adentrarnos en territorios diversos, más
aislados, más salvajes, pasar la noche y tener la opor-
tunidad de descubrirlos plenamente.